Dejar ir

Soltar y confiar

A veces la vida nos da sorpresas, algunas buenas y otras no tanto. Algo de lo que he vivido recientemente y tal vez tú también, es el tema de dejar ir; situaciones que creías seguras como el trabajo, los amigos, la familia y seres queridos.

Dejar ir, es algo a lo que todos estaremos expuestos, mi pregunta es, ¿Cómo lo quieres vivir?

Yo elijo vivirlo en paz, confiando en un plan divinamente orquestado y con la esperanza de que nos reuniremos de nuevo con nuestros seres queridos. 

Cuando empecé mi camino para dar un servicio de manera diferente, hablo de las redes sociales y este tipo de mensajes que ahora estoy compartiendo contigo. Lo hice con dos personas que aprecio mucho: Rommel me impulsaba y me decía que era algo que debía compartir con mas personas, me ayudaba con con la estrategia digital y Soe quien comenzó a trabajar conmigo de la mano, para armar todo lo que hoy puedes ver en redes sobre mí. 

Ella se va a otros lares con nuevas oportunidades y retos que le esperan, así que con total gratitud… – dejo ir -, deseándole siempre lo mejor y él, ya no se encuentra con nosotros, dejó su cuerpo físico, mi asesor y muy querido amigo Rommel, a quien igualmente con una inmensa gratitud… – dejo ir-. 

El camino con los Ángeles me ha dado esta fortaleza para seguir adelante con una hermosa sonrisa, confiando en el futuro. Es por eso que quiero invitarte a que te atrevas  a romper el velo y escuchar sus mensajes; recibir su guía siempre te dará la valentía y confianza para avanzar. 

Cada persona elige cómo realizar el proceso sobre el tema de dejar ir, es por ello que te comparto como yo practico esa parte que resulta un tanto complicada pero es necesaria para encontrar la paz y el amor con esta carta muy especial.

Querido amigo:

Mañana se cumple un mes de tu partida, como muchas veces te compartí, tengo la certeza de que dejamos el cuerpo pero el alma sigue evolucionando; así que estoy segura de que te encuentras feliz y en paz, de que sigues siendo tú, porque puedo escuchar tus mensajes, aquí muchos extrañamos tu presencia. Te recordamos entusiasta, con tus enormes ganas de compartir al mundo los mensajes de Los Ángeles, estos hermoso seres de luz que transformaron tu vida, que te llenaron de amor y de fe; que te hicieron dirigirte hacia tus sueños, y cumplir algunos de ellos: casarte con el amor de tu vida, comenzar tu propia empresa. Para algunos otros sueños tal vez faltó tiempo como el escribir ese libro del que platicamos y las conferencias que imaginabas para platicar al mundo tu experiencia de vida… No se exactamente cómo, ni cuando, pero todas esas personas a las que querías tocar con tu palabra, sabrán de ti, así como lo soñabas, en conferencias y con un libro, de eso Pilar y yo nos encargaremos.

Gracias siempre por tu confianza y cariño, esta carta más que para ti, es para esas personas que necesitan saber que la muerte es solo una transición y que tú sigues siendo Rommel aunque hayas tenido que dejar ir… tu cuerpo físico.

Námaste

Con mucho cariño, Claudia.