Este fin de semana estuve en una isla llamada Holbox, conectando con la naturaleza y la tranquilidad que caracteriza a ese lugar, y resonaba mucho en mí una frase que leí la semana pasada: “se muere solo una vez, se vive todos los días”; pensaba en eso, ya que en momentos como el que ahora estamos viviendo, tal pareciera que ser feliz está prohibido, que quedarse en casa es lo correcto y que quienes no se alinean a esto son los malos del cuento.
Respeto profundamente la verdad en la que quiere vivir cada persona, sin embargo, en mi vida apuesto por la mía, ¡apuesto a vivir feliz!, y si a veces hay que correr ciertos riesgos, estoy dispuesta a pagarlos…
Desde mí siempre obtendrás aliento para ir por tus sueños, a ir contra corriente si fuera necesario y avanzar hacia lo que haga latir tu corazón y te traiga felicidad a tu vida presente. Para eso es importante encontrar un equilibrio en tu vida entre el trabajo, tus valores y el tiempo de relajación contigo, es una ecuación personal, no hay formula mágica, ya que ir por tus sueños muchas veces implica esfuerzo, disciplina y ciertos sacrificios.
Después de leer esto tal vez me preguntes, “¿si tengo que sacrificarme y esforzarme entonces, ¿no estaría renunciando a mi presente?” ¡Ahí está tu individualidad y tu trabajo para conectar contigo, con tu verdad y con tu poder personal! Para mí que soy muy trabajadora, el tener una vida con días libres, saliendo de casa, hacen que disfrute mi presente, ya sea trabajando o vacacionando. Soy muy afortunada al poder hacer esto… ¿lo eres tú?
Te invito a que esta semana reflexiones si estas viviendo la vida de tus sueños y si no es así ¡ve por ellos!